Fatiga

Suena el despertador

Suena el despertador, lo apago, suena al cabo de diez minutos, lo desconecto completamente.

¡No me puedo levantar, estoy tan cansada!

He dormido poco, mi cerebro no paraba de tener pensamientos, no he sabido parar, tengo la cabeza con niebla y el cuerpo no arranca.

Empezar el día así, tan cansada, no me gusta nada.

Pienso en el día que me espera si no consigo activarme, el mundo que me rodea va funcionando sin esperarme.

Me tomo la primera taza de café, después vendrá la segunda.

Mi deseo constante es que el día acabe pronto, que llegue la noche y hoy sí, hoy por fin pueda descansar.

Fatiga

 

Cabe preguntarse si el cansancio es realmente un síntoma de la menopausia, y lo es, no por el hecho de hacer algo y sentirte cansada, sino por la suma de toda la sintomatología que nos hace perder energía o hace que no lleguemos a tenerla.

El descenso productivo de nuestro sistema hormonal, el insomnio, el malestar físico, el estrés, el desánimo, etc., todos estos componentes acompañados de una alimentación pobre en nutrientes esenciales, de mala absorción de los mismos, falta de tiempo para hacer ejercicio físico y de auto cuidado, nos lleva a sufrir cansancio, sí, el cansancio es un sufrimiento y salir de este abatimiento cuesta mucho,  ya sea porque nos influye psicológicamente y nos acabamos deprimiendo como porque nuestro estado psicológico nos conduce a la fatiga.

Podemos sentirnos cansadas desde que nos despertamos hasta que llega la noche, si hemos llegado a este extremo, hay que pedir ayuda, no es algo normal sentir este cansancio y se puede revertir haciendo un cambio en los hábitos de vida (a menos que se padezca alguna enfermedad), por ello es recomendable hacerse revisiones periódicas con tu médico de confianza o terapeuta y pedir una analítica.

Hacer estos cambios no es fácil, no conseguimos sentirnos bien de un día para otro, pero si conseguimos pequeños logros y nos esforzamos, tenemos más ánimos para llegar a encontrarnos mejor en todos los sentidos.

Cuando has pasado por épocas de cansancio, de no seguir adelante y consigues superar este sufrimiento, el día que sientes energía sólo despertar es una recompensa que no tiene precio.

Como decía Pompeu Fabra: «No hay que abandonar nunca ni la tarea ni la esperanza»

Tanto en los síntomas fisiológicos como en los relacionados con la nutrición podéis encontrar hábitos saludables para mantener un buen estado de salud.

A continuación tenéis algunos de los hábitos que considero fundamentales:

Sé positiva, observa la belleza que te rodea en el más mínimo detalle, quédate con el lado bueno de las personas.

Medita

Aliméntate con productos naturales, ecológicos, ricos en nutrientes esenciales

Mantén una pauta de higiene del sueño

Sal a la naturaleza, haz ejercicio físico, aeróbico, de fuerza y ​​de flexibilidad

¡Cuídate¡

¡Quiérete¡

¡Y si necesitas ayuda, pídela!

 

 

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