La incontinencia urinaria
¡Que no se me escape!
Esta mañana en la oficina, le han llamado la atención porque ha hecho algo de manera diferente a como se tenía que hacer, de pie, aguantando el chaparrón ante los compañeros de trabajo, rogando que se acabara ya, ha apretado las piernas pero no pudo evitar que se le escapen unas gotas de pis, ha notado como se le mojan las braguitas y el pantalón ¡Qué mal trago que ha tenido que pasar hasta que no ha sido hora de ir a casa!
Y por el camino recordó aquella vez que de pequeña, la señorita la había hecho salir a la pizarra para hacer un ejercicio de mates que no sabía hacer, la regañó y castigó, pasó tanta vergüenza que por más que apretaba las piernas se le escapó el pipí.
Piensa que siempre espera demasiado para ir al lavabo y que por eso se le acaba escapando.
El sentimiento de inseguridad, el miedo, la angustia, la vergüenza, etc., las emociones y los sentimientos que provocan traumas y no se resuelven en el tiempo, pueden provocar disfunción de la vejiga y otras sintomatologías que dañan el bienestar general del cuerpo y del alma.
La incontinencia urinaria ocurre en todas las edades, en la menopausia también, tiene causas fisiológicas pero también emocionales.
La incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga o la incapacidad de controlar la micción,
Es involuntaria, puede ser una micción de unas gotitas o una micción completa
Puede provocar problemas de tipo sociales y de higiene.
Padecer incontinencia urinaria en la menopausia no es nada extraordinario, está a la orden del día, con la pérdida de hormonas los tejidos de nuestro suelo pélvico sufren un debilitamiento favoreciendo la pérdida de orina.
Muchas de nosotras sentimos vergüenza de decirlo, incluso a nuestra ginecóloga o médico de cabecera, pero en cambio nos dedicamos a comprar y utilizar salva slips y compresas como solución.
A menudo esta disfunción de la vagina tiene su origen en el manejo las emociones, como son el miedo, la inseguridad, la falta de autoestima, etc., todas ellas son frecuentes en esta etapa de nuestra vida, la mayoría de veces no somos conscientes y lo atribuimos a la edad, los embarazos, el prolapso, a los trabajos de esfuerzo, etc. Y sí, la incontinencia urinaria también puede ser resultado tanto de la debilidad muscular como del exceso de tensión muscular, que como vemos son situaciones opuestas que generan la misma sintomatología, pero sin duda si buscamos y tratamos el origen, los síntomas se podrán resolver.
Se conocen tres tipos de incontinencia urinaria:
Incontinencia urinaria por esfuerzo
Está relacionada con las actividades que requieren un esfuerzo físico como estornudar, reír, toser o hacer ejercicio físico.
Incontinencia urinaria de urgencia
Es la que presenta unas ganas incontrolables de que salga la orina, no nos la podemos aguantar, se asocia a una vejiga hiperactiva.
Incontinencia urinaria mixta
Se trata de las dos anteriores conjuntamente
Causas y síntomas de la disfunción de la vejiga
Como se ha dicho anteriormente la disminución de hormonas provoca la pérdida de tono muscular del suelo pélvico para sostener y retener la orina, también se puede producir por una hiper tonificación del tejido de la pelvis.
Los principales síntomas fisiológicos de la disfunción de la vejiga son la pérdida de orina al toser, reír, estornudar, hacer esfuerzos, al mantener relaciones sexuales.
También puede venir acompañada de falta de energía, dolor muscular lumbar y en los gemelos
Sufrir prolapso, el descenso de una víscera pelviana como pueden ser la uretra, el útero, la vejiga a través de la vagina, es una causa muy frecuente, existen diferentes grados de prolapso
Estado emocional alterado
Si sólo se enfoca la solución de la incontinencia urinaria en los trastornos fisiológicos, seguramente notaremos una mejora pasajera, pero con el tiempo se volverá a repetir, a menudo si no se trata la vertiente emocional la disfunción se vuelve reincidente.
Hábitos relacionados con la disfunción de la vejiga
Realizar deportes de impacto, hiperpresivos
Posturas corporales incorrectas
Mantener un estado emocional alterado en el día a día como si fuera algo normal (autoestima baja, desconfianza, miedo, tristeza, etc.)
El consumo abusivo de dulce, de productos refinados, ultra procesados, bebidas gaseosas azucaradas, bebidas excitantes (café, té), chocolate, exceso de proteína animal
La ingesta de algunos medicamentos
Observamos que los trastornos emocionales nos llevan a mantener una alimentación rica en hidratos de carbono (dulces, chocolate, etc.,) Alimentos que nos hacen sentir bien por unos instantes, que nos hacen querer más, pero que al final nos hacen enfermar y nos conducen a tener que tomar medicamentos
Hábitos para mantener la vejiga urinaria en buen estado
Si crees que tienes problemas emocionales no resueltos o que sientes inseguridad, miedo, desilusión, etc. recurre a una terapeuta, o persona acreditada para ayudarte, no dudes en contactar con ella
Nútrete de alimentos naturales, ecológicos, haz de la dieta antiinflamatoria tu manera de alimentarte
Fisiológicamente los profesionales que mejor te pueden ayudar son fisioterapeutas de suelo pélvico con una reeducación pelvi perineal para reforzar la musculatura
La práctica de ejercicios de Kegel y de abdominales hipopresivos son protectores del suelo pélvico, siempre mejor conducida por una profesional
También se pueden utilizar las bolas chinas, conos vaginales, biofeedback, electroestimulación, bajo prescripción de una profesional.
Incorpora la reeducación postural y de las actividades de la vida diaria
Detente unos minutos y haz respiraciones que te sitúen en el instante presente. Respira conscientemente
La incontinencia urinaria no tiene porqué avergonzarte, contacta con una profesional, habla abiertamente para que deje de ser tabú
¡Cuídate! ¡Quiérete!
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