Intolerancia a la lactosa

Más de un 70% de la población mundial es intolerante a la lactosa, los países que menos presentan son los países del norte, donde hace más frío y tienen pocas horas de luz solar.
La lactosa es un azúcar que sólo se encuentra en la leche de los mamíferos como la de vaca, de oveja, de cabra, también en la leche materna.
La leche es un alimento rico en macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas), minerales como el calcio, el magnesio, potasio y fósforo, vitamina D.
Los productos lácteos que contienen lactosa son la leche, los yogures, la mantequilla, el queso, la nata, el requesón y otros como la bechamel, cremas, chocolate, flanes, cremas de verduras, productos procesados, bollería, etc.
Cuando nacemos, en nuestro intestino delgado tenemos una enzima llamada lactasa, que se ocupa de metabolizar la lactosa en dos componentes, la glucosa y la galactosa, para poder ser absorbidos y pasar al torrente sanguíneo.
Los bebés que se nutren con leche materna, suelen tolerar bien la lactosa, aunque normalmente pasada la niñez disminuye su producción y en muchos casos desaparece; aunque algunas personas la conservan durante toda su vida.
Cabe mencionar que también hay bebés que nacen con muy poco o sin lactasa, que ya son intolerantes a la lactosa y deben dejar de tomar la leche materna para pasar a la leche sin lactosa.

Causas principales de la intolerancia a la lactosa
País de origen de la persona, nuestra herencia genética, estado de nuestra flora intestinal, hábitos de vida.
Otra causa de la intolerancia a la lactosa podría ser que desde cierta edad, como se ha mencionado antes, ya no necesitamos más la aportación de lácteos y la enzima lactasa desaparece, pero seguimos ingiriendo leche y sus derivados sin poder digerir ni absorber bien. Por el momento no se tiene una respuesta clara.

Sintomatología de la intolerancia a la lactosa
Los síntomas principales y más claros de relacionar son la inflamación intestinal y abdominal, acidez, pinchazos y dolor abdominal, estreñimiento o diarrea, heces pastosas, meteorismo, aerofagia, eructos, náuseas, vómito, dolor de cabeza, fatiga, angustia, etc.
Toda esta sintomatología en la menopausia se manifiesta con frecuencia, normalmente sin saber su causa, alguna debida al desequilibrio hormonal, lo cierto es que se puede confundir perfectamente con enfermedades del sistema digestivo y otras alteraciones, además de afectaciones del estado de ánimo y emocional.
Cuando la flora intestinal sufre un desequilibrio y no está en buen estado de salud, la lactosa no es absorbida en el intestino delgado y pasa al intestino grueso, llegando al colon entero, provocando una fermentación que afectará a la microbiota del colon haciendo acidificar su entorno, puede llegar a ser una de las causas de colon irritable, enfermedad de Crohn, permeabilidad intestinal, candidiasis intestinal, sobrecrecimiento bacteriano del intestino grueso, etc.

Recomendaciones para saber si eres intolerante a la lactosa
Si tienes alguna sintomatología expuesta anteriormente
Comprueba si cuando tomas lácteos sientes inflamación y malestar
Visita a un profesional del tracto digestivo
Pide que te haga una analítica de heces
Pide realizar el test del aliento

Recomendaciones para aliviar la sintomatología
Tómate un tiempo para ti
Deja el estrés de lado
Deja de tomar alimentos lácteos y sus productos derivados hasta que no tengas un diagnóstico claro y compruebes por ti misma lo que te va o no va bien
Come alimentos ecológicos, de temporada y de proximidad
Ingiere las verduras cocidas
Procura no tomar fibra en exceso
Deja de comer procesados ​​y alimentos que no son naturales
Mastica bien, come conscientemente
Estate en silencio cuando estés comiendo
Bebe antes o después de comer para facilitar la digestión
Controla la combinación de los alimentos
Observa qué alimentos te producen flatulencia y malestar abdominal, deja de consumirlos por un tiempo
Prueba a tomar prebióticos y probióticos presentes en el yogur, para restablecer tu flora intestinal. (Son lácteos pero crean un beneficio en nuestra microbiota intestinal), si ves que no te sientan bien, déjalo
Hay suplementos en pastillas de la enzima lactasa, necesitas saber la cantidad que debes tomar, consulta con una profesional, no es adecuado para todas las personas, ni beneficia a todo el mundo
Bebe infusión de hinojo, comino y cilantro, pasada ½ o 1 hora después de las comidas
Hay alternativas a los productos lácteos, como son los quesos veganos (anacardos y nueces), las leches o zumos vegetales (almendra, avellana, arroz, coco, avena, soja), yogures vegetales, etc.
Experimenta qué alimentos te sientan bien y cuáles no tanto
Pide ayuda

Recomendaciones para aliviar la sintomatología
Tómate un tiempo para ti
Deja el estrés de lado
Deja de tomar alimentos lácteos y sus productos derivados hasta que no tengas un diagnóstico claro y compruebes por ti misma lo que te va o no va bien
Come alimentos ecológicos, de temporada y de proximidad
Ingiere las verduras cocidas
Procura no tomar fibra en exceso
Deja de comer procesados ​​y alimentos que no son naturales
Mastica bien, come conscientemente
Come en silencio 
Bebe antes o después de comer para facilitar la digestión
Controla la combinación de los alimentos
Observa qué alimentos te producen flatulencia y malestar abdominal, deja de consumirlos por un tiempo
Prueba a tomar prebióticos y probióticos presentes en el yogur, para restablecer tu flora intestinal. (Son lácteos pero crean un beneficio en nuestra microbiota intestinal), si ves que no te sientan bien, déjalo
Hay suplementos en pastillas de la enzima lactasa, necesitas saber la cantidad que debes tomar, consulta con una profesional, no es adecuado para todas las personas, ni beneficia a todo el mundo
Bebe infusión de hinojo, comino y cilantro, pasada ½ o 1 hora después de las comidas
Hay alternativas a los productos lácteos, como son los quesos veganos (anacardos y nueces), las leches o zumos vegetales (almendra, avellana, arroz, coco, avena, soja), yogures vegetales, etc.
Experimenta qué alimentos te sientan bien y cuáles no tanto
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