1ª Parte
Las semillas
La semilla es fuente de vida, es la historia de la planta, de nuestra tierra y nuestra cultura. Se conservan semillas desde tiempos inmemorables, la semilla viable más antigua, es la de una palmera datilera de Judea con una edad de 2.000 años que fue descubierta en una excavación en Masada en Israel, la hicieron germinar en 2005.
¿Qué es una semilla?
La semilla es el embrión de un vegetal, en estado de vida latente, acompañado o no de endospermo y perisperma, y protegido por el episperma.
La semilla corresponde al óvulo fecundado y maduro. Está recubierta por una envoltura protectora, el episperma, formado por dos capas tegumentarias, la externa llamada testa y la interna, tegmen. El episperma puede ser grueso y duro o bien muy delgado y fino, y en algunos casos incluso puede faltar (gramíneas). En el interior de la semilla está el embrión y endospermo o tejido nutricio, que constituye una sustancia de reserva. El embrión es como una planta en miniatura donde se diferencian una plúmula, que se corresponde al tallo, una radícula, que dará lugar a la raíz principal de la planta, y unas hojas o cotiledones (en número de uno en las monocotiledóneas, de dos en las dicotiledóneas y de más de dos en las gimnospermas). El endosperma, más o menos abundante, puede rodear el embrión o ser asimilado completamente por los cotiledones. En algunas semillas hay otro tejido de reserva llamado perisperma, que puede coexistir con el endospermo o bien sustituirlo. Las semillas de las gimnospermas están al descubierto o protegidas por piezas accesorias, mientras que las de las angiospermas se encuentran dentro del fruto.
Las semillas tienen un contenido muy bajo de agua, casi no presenta actividad fisiológica y están bien protegidas del exterior. Esto les permite resistir en estado latente durante un periodo de tiempo más o menos largo, durante el cual son transportadas por el viento, el agua o los animales lejos de la planta madre (diseminación). Si caen sobre un suelo adecuado, absorben agua, el embrión de su interior comienza a crecer alimentándose de las reservas nutritivas del endospermo y se desarrolla una nueva planta. Este proceso recibe el nombre de germinación. Las semillas que al germinar desentierran los cotiledones reciben el nombre de semillas espigas, y las que los mantienen bajo tierra, entonces hipogeas.
La mayoría de las semillas son comestibles, provienen de los cereales, pseudocereales, legumbres, frutos secos, de plantas oleaginosas de las que también se puede extraer su aceite, se pueden hacer bebidas como la cerveza, el whisky, entonces de las plantas aromáticas y de las especies.
Por otra parte están las semillas de las hortalizas, los árboles frutales y de toda la vegetación del planeta que tenemos el deber de proteger.
Debido a la globalización, muchos países han sufrido la extorsión por parte de los grandes lobbies, que han implantado monocultivos, comprando la tierra y las semillas a los campesinos, robando parte de su historia de vida y su mantenimiento y obligándolos a consumir alimentos que ya no son alimentos, sino productos alimenticios transgénicos.
Sin embargo, todavía hay esperanza, grupos de personas ecologistas, personas concienciadas en conservar el legado de las semillas de nuestros antepasados, se ponen al frente de estos lobbies y protestan, hacen pequeñas acciones que a la fin se convierten en pasos agigantados para preservar nuestras raíces y mantener nuestro planeta lo más sano posible, pero todos tenemos que poner de nuestra parte.
Hablamos de las semillas oleaginosas
Propiedades nutricionales de las semillas oleaginosas
Las semillas oleaginosas tienen un alto valor nutricional, ricas en proteína, grasas saludables insaturados, vitaminas, minerales y fibra.
Son una fuente excelente de proteína, algunas tienen todos los aminoácidos esenciales. Están muy indicadas para personas vegetarianas y veganas.
Contienen ácidos grasos insaturados Omega 3, 6 y 9, benefactores del sistema cardiovascular y de nuestro cerebro.
Tienen todo un abanico de micronutrientes en forma de minerales y vitaminas.
Minerales como: calcio, hierro, zinc, magnesio, fósforo, potasio, cobre, silicio, boro, etc., favorecen la homeostasis del organismo, protegen y mantienen nuestro aparato esqueletmuscular.
Vitaminas del grupo B, B1 (tiamina), B6 (piridoxina), B9 (ácido fólico), vitamina E, provitamina A (betacaroteno), etc., indispensables para un buen funcionamiento del sistema nervioso y neuronal, nos protegen de los radicales libres, favorecen el mantenimiento de la salud de la piel, ocular, etc
También aportan una gran cantidad de fibra, ayudan a mantener una microbiota en buen estado y facilitan el tránsito intestinal.
Tienen un poder saciante que hacen que con poca cantidad nos sentimos llenas.
Semillas oleaginosas
Calabaza, pipas de girasol, cáñamo, sésamo, lino, amapola, chia, etc.
Cómo se debe tomar las semillas oleaginosas
Se recomienda comer las semillas ligeramente tostadas, trituradas en un molinillo o dejadas en remojo (unas 12 horas), para una mejor absorción de sus nutrientes, sino, las expulsamos del cuerpo sin haber aprovechado su valor nutritivo.
Si se han triturado muchas, se pueden conservar en el congelador en un frasco de vidrio cerrado herméticamente.
Si no se guardan en el congelador, por su alto contenido en ácidos grasos insaturados, es indispensable guardarlas en un frasco de vidrio, en un lugar seco y oscuro para que no se oxiden ni se vuelvan rancias y no pierdan sus propiedades nutritivas.
Las podemos tomar incorporándose en batidos, zumos, yogures, ensaladas, cremas y sopas, en arroces, pasta, quinoa, legumbres, cereales, etc.
Otras semillas
Semillas de especies como el comino, la mostaza, el cardamomo, el hinojo, el anís estrellado, la pimienta, el cilantro, etc.
Semillas para hacer germinados: rábanos, alfalfa, brócoli, cebolla, soja, etc.
Si hacemos huerto, podemos guardar las semillas de las verduras y plantas aromáticas de un año para otro, semillas de tomates, pimientos, judías, habas, guisantes, calabacines, pepinos, berenjenas, etc., así como de albahaca, cilantro, perejil, hinojo, orégano, mejorana, menta, etc.
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