¡Que no se me vea tanto!
¡Ve más lejos, aún más lejos, que no se me vea tanto!
¡Mamá! Me gusta verte de cerca, muy de cerca, me gustan tus arrugas porque dicen mucho de ti y son reflejo de tu historia de vida.
Me gusta tu cuello que soporta tu cabeza, y tus brazos que me han mecido y abrazado.
¡Cómo puedes decir que no se te vea tanto! Yo te quiero ver tal y como eres, así, bien natural, tu cuerpo habla de ti, habla de mi madre. ¡Y me gusta!
Sequedad de la piel y mucosas
En esta etapa se presenta una disminución de hidratación de la piel y las mucosas, la epidermis presenta una atrofia progresiva, una disminución de la producción del colágeno que da soporte y estructura, y de elastina que da elasticidad y firmeza, hay menor vascularización y secreción de las glándulas sebáceas.
El colágeno es una de las proteínas más abundantes en el cuerpo humano. Forma parte de la estructura del tejido conjuntivo, envuelve y protege músculos y órganos vitales y es esencial para la salud de los huesos, ligamentos, tendones, cartílagos, piel, vasos sanguíneos, córnea, encías y cuero cabelludo.
Las arrugas de la piel se forman por la disminución de colágeno de la piel. Como hemos comentado, el colágeno que el cuerpo es capaz de sintetizar disminuye con la edad, por lo que, poco a poco, van saliendo las arrugas. Hay muchas cremas enriquecidas con colágeno; tened en cuenta, sin embargo, que este uso tópico no puede llegar a las capas más profundas de la piel y, por tanto, lo que de verdad ayuda a tener una piel más nutrida y suave es introducirlo en la dieta por medio de los alimentos o vía complementos y tener un estilo de vida que facilite la síntesis interna.
Las mucosas que recubren las superficies internas de los ojos, del tracto urogenital, respiratorio y digestivo sufren un desequilibrio en su estructura lipídica, debemos aportar ácidos grasos para mantener la estructura de la piel y las mucosas y no perder sus funciones.
Alimentación y hábitos de salud para una piel y mucosas en buen estado
Una de las sustancias más benefactores de la piel son los beta-carotenos, que reciben el nombre de provitamina A, son un tipo de flavonoides que tienen una acción antioxidante protegiendo la piel del envejecimiento prematuro y previniendo la formación de arrugas, la encontramos en alimentos vegetales, frutas y verduras de colores (amarillo, naranja, rojo, verde), como zanahorias, melocotones, fresas, piña, calabaza, boniatos, coles, brócolis, etc.
La provitamina A, que se convierte en vitamina A en el hígado, facilita el buen estado de la piel, la vista y la formación y regeneración de los tejidos corporales.
Encontramos la vitamina A (en forma de reitnol) en la grasa de los animales, hígado de ternera, aceite de bacalao, en la leche y sus derivados, la yema de los huevos, si la obtenemos en forma de provitamina A (beta-caroteno) tienen una función antioxidante que la vitamina A de origen animal, no tiene.
Para aumentar el colágeno que necesitamos podemos incorporar caldos de huesos o de las espinas de pescado, cocinados a fuego lento, platos tradicionales como callos, pies de cerdo, consumir gelatina de origen animal, etc.
Estos alimentos actúan en la capa más profunda de la piel y tejidos, mejoran la hidratación y estructura. Cabe destacar que la proteína del colágeno es sólo de origen animal, por lo que no es apta para vegetarianos, pero también hay colágeno de origen marino, de uso tópico, concretamente de unas algas del Mediterráneo , el alga Fucus y la Laminaria, que contienen muchas vitaminas y oligoelementos, además tienen una alta capacidad de penetración a través de la piel y de ser metabolizado a nivel cutáneo.
La aportación de vitamina C en nuestra alimentación es esencial para la síntesis del colágeno, la encontramos en frutas como la naranja, kiwi, pomelo, fresas, piña, y verduras de hoja verde como coles, brócoli, espinacas, acelgas, también el pimiento rojo y amarillo, etc.
Los ácidos grasos Omega 3, presentes en el pescado azul (sardinas, anchoas, caballas, atún, salmón), frutos secos (almendras, nueces, avellanas, piñones,…) aceites vegetales, las semillas de lino y de xia, contribuyen a mantener la estructura de las mucosas en buenas condiciones y en su regeneración.
El ácido graso Omega-7 que se encuentra en el aceite de las anchoas, salmón, aguacate, nueces, en el fruto del espino amarillo, es también conocido como ácido palmitoléico forma parte de la estructura natural de la piel, actúa mejorando la hidratación de las mucosas y reforzando la piel.
Necesitamos una buena hidratación, debemos beber de un litro y medio a dos litros de agua diarios (cuentan las infusiones, los zumos verdes, jugos de frutas y las cremas de verduras)
Dormir bien es fundamental para que la piel y las mucosas que rodean y protegen los órganos internos se renueven, se regeneren y mantengan sus propiedades.
Dormir mal aumenta la producción de radicales libres y de cortisol, que comporta un envejecimiento de la piel y pérdida de elasticidad.
Respirar bien, hacer meditación, respirar conscientemente, inspirando profundamente por la nariz, reteniendo la respiración, exhalando lentamente, haciendo trabajar el diafragma, hace que aumente la relajación muscular y también que todos los tejidos (epitelial, conectivo) reciban un óptimo flujo de oxígeno.
Evitar el consumo de alimentos con un alto índice glucémico (azúcar blanco, harinas procesadas) y alimentos ultra-procesados porque contribuyen a la degradación del colágeno y la elastina.
El tabaquismo y la ingesta de alcohol también son perjudiciales para poder mantener la piel y las mucosas saludables.
Apliquemos en nuestra piel cremas hidratantes, cremas solares, gel de baño, champú, perfumes, maquillaje, elaboradas con sustancias de buena calidad, ecológicas y naturales, evitando así contaminar nuestra piel y organismo con disruptores endocrinos, de manera que no sólo cuidamos nuestra piel, también nuestro planeta.
La melanina que nos da color y protección a la piel va disminuyendo y hay que protegerse más del sol, abstenerse de tomar el sol en horas punta, en que los rayos caen más verticales sobre la tierra, sólo exponiendo a las s que nos hace menos daño (de la mañana hasta las 12h del mediodía y de las 19h hacia delante).
Usemos un protector solar con FPS 50 o total, leamos su composición, debemos protegernos en los momentos en que estamos expuestas a los rayos del sol y pongámonos sombrero si nos gusta.
Exfoliar tanto la piel del cuerpo como la facial, aplicar mascarillas, hidratar y nutrir nuestra piel con cremas ecológicas y naturales.
Si conseguimos alimentarnos de manera saludable, con una buena hidratación tanto por dentro como por fuera, durmiendo y descansando, moviéndonos y teniendo una vida activa, protegiendo de los rayos del sol, notaremos una mejora en la tonalidad, la textura y la apariencia de nuestra piel y de las mucosas. Nos sentiremos mejor y nos subirá la autoestima!
Cuídate por dentro y también por fuera, la envoltura de nuestra alma se merece un buen trato, es nuestro vehículo para caminar en esta tierra de la que formamos parte.
Hemos llegado a la madurez y tenemos las herramientas para cuidarnos, hagámoslo, si necesitas ayuda, aquí me tienes,
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