Como la fruta madura
Como la fruta madura que se va secando y pierde su néctar delicioso, nuestra vagina también se seca y su fluido se evapora, suena duro decir nuestra vagina se seca, pero es así, nos pasa a todas, más tarde o más temprano pero a todas nos llega, y en este proceso nos lo pasamos verdaderamente mal.
Muchas mujeres atravesamos esta etapa de la vida con dudas, sintiendo pudor por todo lo que nos está pasando, sin atrevernos a hablar de este tema que en muchas ocasiones sufrimos en silencio y en soledad.
Hagamos fuera este miedo que nos enmudece y dejemos salir las palabras!
Para que pueda ser así, debemos saber, debemos estar informadas de lo que le pasa a nuestro cuerpo, de las soluciones, tratamientos y remedios que tenemos al alcance y no caer en la dejadez y el pensamiento conformista de que todo nos pasa porque es la edad.
Podemos y debemos pasar esta etapa de la mejor manera posible, con una buena salud física, sexual y emocional, expresar lo que tenemos dentro, compartiendo nuestras angustias, los miedos y todo lo que sentimos con las personas más cercanas, ya sea la pareja, las amistades, la familia, o terapeuta, dando una mirada tranquila y serena en nuestras vidas.
Una cantidad normal de estrógenos mantiene la mucosa vaginal lubricada, elástica y saludable, con la menopausia el déficit de estrógenos conduce a un adelgazamiento de la pared vaginal, la mucosa y la piel sufren un deteroramiento que provoca la disminución de la elasticidad y la hidratación haciendo que las relaciones sexuales resulten dolorosas (dispareunia), provocando prurito e irritación en la zona genital (vaginitis atrófica), sangrado postcoital, síntomas de incontinencia urinaria y toda una serie de cambios causantes de notables dolencias. Otros problemas que pueden aparecer son las infecciones vaginales y urinarias, ya que el responsable de proteger la entrada de microorganismos en la uretra es el flujo vaginal y en esta etapa se encuentra mermado o inexistente.
La vagina sufre cambios de atrofia, pierde los pliegues rugosos, disminuye su elasticidad y aumenta por tanto su fragilidad, afectando a la sexualidad.
La mayoría de las mujeres menopaúsicas vivimos esta época con resignación, pensando que es lo más normal en esta edad, sólo una de cada cuatro mujeres con atrofia vaginal, busca ayuda médica especializada, esto es algo que debe cambiar, necesitamos hablar de nuestro problema genitosexual abiertamente con nuestras parejas, si las tenemos, con nuestra ginecóloga o persona terapeuta de confianza.
Debemos empezar a cuidarnos en la peri menopausia, acudiendo a la visita de revisión anual y si es conveniente abordar el tema con una sexóloga.
Para mejorar el estado de salud genitosexual, cada mujer necesita un tratamiento personalizado, dentro de los tratamientos farmacológicos existe la terapia hormonal sustitutiva (THS) que trata de restituir las hormonas que de forma natural hidratan la vagina y devuelven la elasticidad a la piel y a la mucosa.
Hay dos tipos de THS, la sistémica y la local.
La THS sistémica se indica cuando es necesario afrontar la atrofia vulva vaginal con otros síntomas de la menopausia, se administra por vía oral o transdérmica, además de utilizar un gestógeno para contrarrestar el efecto estrogénico sobre el endometrio.
La HTS local, se administra por vía vaginal con estrógenos a dosis bajas mediante cremas, óvulos, geles, anillo vaginal.
Actualmente existen preparados que no contienen hormonas, pero estimulan los receptores vaginales mejorando la atrofia vaginal y el dolor durante el coito.
Para las mujeres postmenopausicas existe la opción de un medicamento que asocia estrógenos y un inhibidor para paliar los problemas con el endometrio.
Las mujeres que no pueden recibir THS, pueden beneficiarse de la terápia con láser que produce un rejuvenecimiento genital, además de ayudar en la incontinencia urinaria, aunque no es duradero, deben repetirse las sesiones cada x años.
Otras terapias antiaging a parte del ya mencionado láser, son la aplicación del ácido hialurónico específico con densidades adaptadas en las distintas zonas donde debe aplicarse, que se encarga de restaurar la humectabilidad y flexibilidad de la zona genital. Para la zona interna se aplica un gel con una menor densidad con el objetivo de restablecer la lubricación perdida, mejorando la rigidez, el picor y la sequedad. Para la zona exterior, utilizaremos un gel con una densidad más elevada para remodelar los labios mayores y la hiperlaxitud por causa de la edad. También nombrar la radiofrecuencia vaginal.
Antes de llegar a estos tratamientos (THS) hagamos prevención al comenzar el climaterio y antes también.
Terapias preventivas para la atrofia vaginal son el uso de aparatos vibradores y auto masajes en esta zona con ayuda de geles lubricantes, ejercicios de suelo pélvico y sobre todo tener un buen conocimiento de nuestra vagina.
Hago recomendación de la web de Marta Torrón, fisioterapeuta experta en fisiosexología, fisioterapeuta de suelo pélvico, urogenicologia y deporte sostenible, también se puede encontrar en instagram, en youtube tiene unos vídeos tan esclarecedores que seguro os encantarán y os harán mucho servicio, no te la puedes perder!
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