Cambio de estación: El otoño
En verano con el calor, las vacaciones, los cambios alimenticios, de las rutinas, los trasiegos de los horarios, etc., nuestro cuerpo y nuestra mente sufren un incremento de toxicidad a todos los niveles, aunque nos lo hayamos pasado muy bien, tarde o temprano pagamos las consecuencias.
Salimos del verano con desajustes abdominales, intestinales (inflamación, gases, diarrea, estreñimiento, etc.), sequedad en la piel y en el cabello (quizás hemos abusado del sol), en las mucosas, hemos hecho las comidas a destiempo, hemos tomado helados, y más azúcares de lo que estamos habituadas, las horas de sueño y de descanso nocturno también se han visto afectadas. ¡Y es que en verano nos permitimos más cosas que durante todo el resto del año!
El otoño, una época en la que el día se hace cada vez más corto, la sequedad del clima se intensifica, o en algunos lugares la humedad, la vuelta a la rutina, a los horarios, la vuelta al trabajo, etc., nos afecta en nuestro estado de ánimo, tenemos tendencia hacia la tristeza, la melancolía, la depresión, etc., todo este compendio acaba afectando a nuestro sistema inmunitario
Para que todo esto no nos coja desprevenidas, hacer una preparación, una limpieza interna, un regreso progresivo a la rutina, a nuestro autocuidado, se vuelve cada vez más necesaria, para volver a tu esencia y descubrir lo bien que te puedes llegar a sentir saliendo del verano y entrando en otoño de una forma limpia, dándote tiempo, y completamente sana.
Regular la digestión (deja espacio entre las comidas y nútrete según tu digestión)
Activar tu eliminación (evacuar cada mañana)
Mejorar tus tejidos, fortalecer los tejidos, sobre todo el tejido nervioso (tener un buen descanso)
Mejorar tus fluidos (fortalecer y mejorar nuestros fluidos para alejar la sequedad de nuestro cuerpo)
Sentirte en paz (llegar a estar bien contigo misma)
Preparar el cuerpo y la mente (bajar el ritmo)
Para conseguir todo esto:
Descansa (tener una buena higiene del sueño, horarios regulares y constantes para acostarse y despertar)
Regularidad (ser constante en hábitos y rutinas)
Alimentación: (eliminación de estimulantes, suplementos, grasas saturadas, comida procesada)
Adecuación (hacerlo poco a poco): preparación, limpieza, integración
Nutrición:
Vegetariana (cereales, legumbres, verduras, especias, ghee), según tengas tu salud digestiva
Si no eres vegana, cuida la ingesta de proteínas, que sean de buena calidad, ecológicas y de proximidad
Hidratación:
Agua
Diferentes infusiones (comino, hinojo, cardamomo, manzanilla, melisa, jengibre, limón, etc.)
Estilo de vida (ritmo, rutinas)
Rutina de día:
Levantarse temprano, raspado de lengua, lavado de dientes, masaje con aceite, meditación, ducha, práctica de yoga, deporte, hidratación, respeta los momentos para nutrirte conscientemente, ten contacto con la naturaleza, sé consciente del uso de las pantallas
Rutina de noche:
Limpieza bucal, de la cara, del cuerpo, meditación, relajación, infusión, masaje en cabeza y pies, descanso en silencio y en completa oscuridad, ve a dormir temprano, desconecta de las pantallas
¡Que tengas un buen inicio de otoño!
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